Una injusticia antropológica


Hoy toca un post pedante-reflexivo-rayadamental.
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Inciso1:
¿de dónde narices proviene lo de "paja mental"?
¿Es una metáfora de algo?

Porque es una expresión malsonante, pero está bastante bien aceptada...
- "Me he hecho una paja..."
- "¿¡¿Cómorrll?!?
- "... mental"
- "Aaaaaaaaah, vale"

Sigue sonando horrible.
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Esto viene a que uno, con la edad, va dándose cuenta de cosas.
No en plan padres, con eso de "ya-veremos-cuando-tú-tengas-mi-edad", o "cuando-tú-seas-padre-ya-me-entenderás-hijo-si-yo-lo-hago-por-tu-bien", sino en plan veintitantosañero, observando lo que uno ya he dejado atrás.

Porque todos sabemos que de pequeños somos como esponjas [no como el tipo de esponjas de la adolescencia, de las de absorber todo el líquido (especialmente alcohólico) que se encuentre cerca, sino de absorber conocimientos]: aprendemos un montón de cosas en poco tiempo.
· Aprendemos inglés con naturalidad: nos sueltan entre niños ingleses, y a las 2 horas ya estás perfectamente integrado y entendiendo a lo que jugáis, o pones los dibus en inglés y mal que bien, pero te enteras del argumento.
Sin embargo, ya "de mayor", intenta tú entender las pelis éstas en V.O. en las que hablan a 1000 por hora vocalizando menos que una estatua. De éstas en las que luego pones los subtítulos y dices "aaaaaaandaaaa, osea que no estaba hablando en Klingon... ¡era inglés!"

· Ahora es flipante como los niñitos jovencísimos manejan el ordenador mejor que sus padres. Que igual aún ni han aprendido a hablar, pero saben dónde pinchar para que salga Pocoyó en el YouTube.

De niños pequeños, hasta es divertido aprender, porque todo está lleno de colorines, dibujitos y padres y profes haciéndote mimitos cada vez que haces algo bien, y eso mola.

Cuanto creces (a partir de los 10 años, o así), la tasa "información / dibujitos" empieza a crecer exponencialmente, hasta que finalmente llega a infinito, con páginas enteras de letras.
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Inciso2:
Señores editores de libros de colegio (Señor Santillana, SM, Edebé, Edelvives. Sra. Anaya)
por favor, ninguna página de ningún libro de ninguna materia (especialmente de Historia o Literatura) debería carecer de un dibujito (esquema, pintura, cuadro, foto...).
¿Que por qué? Porque de toda la vida, para aprenderse esos tochacos de letras, lo que el cerebro hace es acordarse de eso-que-está-al-lado-del-cuadro-del-Papa-noséquién-al-que-le-pinté-bigote-y-me-quedó-graciosete.
Es decir, es mucho más fácil acordarse de lo que está al lado de un dibujo, porque para eso está la memoria fotográfica.
Y para eso están las fotos de la gente: para pintarles bigotes, gafas y perilla. Para pintarles un par de dientes de negro. Para ponerles un par de verrugas y pendientes...
¿No nos quiten ese placer!
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Entre los 10 y los 15 sigues aprendiendo sin querer, quejándote ya de tener que estudiar. ¿Para qué quiero estudiar si prefiero jugar?. Es como la eterna obligación. Siempre tienes ahí al Pepito Grillo "estudiaaaa, estudiaaaaa, EstudiaAAaAaA, ESTUDIAAAAAAAAA".

A partir de los 15 (aunque ya en esta época que vivimos empieza a estar todo desfasado, porque todo pasa antes...) empiezas a elegir hacia dónde tirar, eligiendo y descartando asignaturas. Es la primera vez que tienes control sobre algo de tu futuro. Es curioso e inquietante...
"Elijo ciencias. Pero... ¿y si luego resulta que se me da mal, o que no me gusta?"
Y por primera vez te entra una cierta melancolía, al tener que abandonar (quizá para siempre) una rama del saber, de la cual a partir de entonces podrás empezar a considerarte inculto.

Y te enfrascas en una discusión interior... y te preguntas... "¿Qué me pasa?. Pero si no me gusta estudiar. ¿A quién le gusta estudiar?. A nadie le gusta estudiar. ¿Seré yo el único rarito al que le dé pena dejar de aprender?. Siempre he sido un poco raro... pero ¿tanto?."
Y sin darte cuenta, has llegado tú sólo a la solución: no es que te dé pena dejar de estudiar algo, sino que te da pena dejar de aprender algo.

Pero no pasa nada, porque esto se te pasa pronto.

Pero llega una época confusa, en la que en clase te empiezan a enseñar cosas de verdad. Y dependiendo de lo [inserte adjetivo] que seas, apreciarás o no que lo que te están contando no es una tortura o una pérdida de tiempo, sino que es... casi... hasta bonito.

Entonces pasamos por épocas cortas pero intensas en las que empiezas a ver claro lo que te gusta:
· Cuando te enseñan Tecnología, cómo funcionan las cosas, cómo se diseña todo... ¡Cómo mola! "Mami, de mayor quiero ser ingeniero"
· Cuando llegas a Biología, y te cuentan cómo de complejo y currado está el cuerpo humano, y lo que molamos por dentro... "Mami, de mayor quiero ser biólogo", o cuando te cuentan lo de genética y los cromosomas... "Mami, de mayor quiero ser genetista".
· Cuando en Educación Física ves al profesor, que siempre va en chándal, no toca un libro ni para calzar una mesa, siempre está como de coña, y su trabajo es mandar correr o jugar a deportes... "Mami, de mayor quiero ser profe de EF. ¿Eso se estudia o no hace falta?"
· Cuando en Mates te cuentan lo de los 7 problemas del milenio, que aún no han sido resueltos (excepto 1), que si lo resuelves te dan 1M$ y que (algunos) tienen un planteamiento sencillo... como la Conjetura de Goldbach (que no es uno de esos 7 problemas pero también mola), que plantea que cualquier número entero par mayor que 2 puede ser descrito como la suma de dos números primos (p.e. 8=3+5, 56=53+3, etc.)... entonces dices "Mami, de mayor quiero ser matemático, pero no un matemático-empollón-rarito, sino un matemático sexy, trillonario y mujeriego".
· Cuando en Lengua te enseñan el análisis sintáctico-morfológico de las frases dices "Mami, de mayor no quiero ni de coña dedicarme a esto", pero sí que puede surgir la de "Mami, yo quiero ser escritor y trabajar desde casa y cuando quiera, y quiero escribir un libro como el Código da Vinci y ser millonario y vivir de las rentas y de la peli que saque con Tom Hanks como el más soso protagonista de todos los tiempos pero que a pesar de ello es el actor mejor pagado por hacer la segunda parte de mi novela (Ángeles y demonios) que en realidad escribí antes pero que como es una mierda igual de grande que un piano no se la había leído nadie pero ahora con el éxito de la otra, pues la saco como la segunda parte y me re-forro".
· Cuando en Física te hablan de los planetas, agujeros negros y otras cosas que molan, está claro que te surge la de "Mami, quiero ser Astrónomo, Astronauta, Astrólogo, Astrofísico, Astrolopitecus o Astragao, o lo que sea que empiece con astro y tenga que ver con planetas y cosas así".
· Y cuando en Historia te cuentan lo que mola el conocimiento de tus raíces y antepasados, dices "Mami, de mayor quiero ser empleado del McDonalds"

[chiste fácil, I'm sorry]


Sin embargo, luego tienes que descartar definitivamente un 90% de lo que se supone que sabes algo, y elegir (los que tengan suerte) una carrera. Pero claro, si eliges una, descartas el resto, y eso es un tema.
Y te surge la eterna cuestión: "¿de verdad quiero dedicar el resto de mi vida a ESTO?"

Y cuando de verdad estás ya metido en un tema (el que sea) cada vez más especializado según pasa el tiempo (porque el que sabe de tornillos no tiene ni pajolera idea de qué es una tuerca, como algún sabio insinuó aquí), y descubres por fin que en realidad hay un montón de cosas que te gustaría saber, pero ya tu mente no está ni de lejos tan receptiva que como lo estaba cuando aprendías pero no querías.


Es decir: cuando tienes aptitudes para aprender, o no quieres o, mejor dicho, no sabes que quieres. Y cuando quieres aprender ya no puedes, por falta de aptitudes y por falta de tiempo.

¿Acaso no es eso un fallo de diseño? Pero a ver quién le echa la culpa al culpable...


He generalizado en muchos casos, y a lo mejor soy yo el único tarado que piensa así, pero vamos, como durante muchos años dijo el chico que era el dueño del balón que lo llevaba a clase para jugar al fútbol en los recreos:

Es mi blog y hago lo que me da la gana.

Y quien dice blog dice balón, se entiende...

2 comentarios:

Guybrush dijo...

No hay derecho que hagas posts como este.
No hay derecho que pasado el ecuador del doctorado me hagas plantearme si toda mi vida me quiero dedicar a esto.
Ni que me hagas plantearme todo lo que he descartado por el camino.
Cuanta razon y cuanto dolor en un post.

Pero buenisima la parte de:
"Cuando en Lengua te enseñan el análisis sintáctico-morfológico de las frases dices "Mami, de mayor no quiero ni de coña dedicarme a esto"," (eres de ciencias, verdad? jeje)

ElSrX dijo...

Jaja, lo siento, majo... ¡pero lo has clavao!:
· Soy de Ciencias (quizá deducible por lo que dices o por lo de la "tasa crece exponencialmente"...
· Ya somos 2 los que estamos en el ecuador o así del doctorado planteándonos cosas
· ¡Cómo fastidia ver lo bien que les va a algunos en aquello que descartaste y que ahora parece (siempre) mucho ma´s divertido que lo que uno mismo hace.

Pero la vida es (gracias Simpsons) un desliz, y después te mueres.

¡Es broma! ¡Sé feliz! ¡Valora lo que tienes! ¡Ánimo con ese doctorado! :D

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