Fauna Nacional XXXIII: los Discretos



Venía hoy a relatar una subespecie de nuestra variada fauna patria y he estado un rato hasta elegir el nombre: ¿insignificantes? ¿desapercibidos? ¿sutiles?
Aún no he encontrado la palabra que quiero, peeeeero para eso se han inventado las definiciones, para explicar con varias palabras lo que no se puede explicar con una.

Pues bien, un Discreto es esa clase de persona (lo digo en masculino, paso de tener que decir miembros/miembras y memeces)
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Inciso1:
o miembr@s o miembrxs o cualquier otra "solución" absurda que se busca la gente para no ser el más machista de la historia.
Valió ya la bobada, hombre.

Nadie excepto 4 armabullas se ofendía porque la Asociación de Padres de Alumnos fuera el APA (y no el AMPA, que ahora da hasta miedo).
Inventarse palabras femeninas cuando ni existen es ya el colmo o la colma de la estupidez o estupideza.
Y no voy a entrar en muchas otras cosas absurdas, solo diré que la discriminación positiva es mejor que la negativa, ¡pero no deja de ser discriminación!. Y desde luego discriminación positiva no es igualdad.
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no es un guay, no es el más guapo del grupo, no es el más feo... y no es antipático, simplemente es... pues eso, discreto.

[Vale, muy bien Señor X, primera y casi única regla de las definiciones (no meter la palabra de la definición en la definición) y te la saltas. Sigue así, campeón.]

Pues cuando las definiciones no bastan, llega el turno de... ¡los casos prácticos!

1. José Luis Perales

Chico conoce grupo de amigos en el que ese día falta alguien. Puede ser el novio de una o similar.
...mmm, voy a poner nombres que si no no me entero ni yo.

Chelsea va a presentar a su nuevo novio Carter a su grupo de amigos, y acuden todos excepto Dylan, que ese día tiene que ayudar a su padre a arreglar ese Mustang del 78.
Pues bien, Chelsea y Carter pasan la tarde con el grupo de amigos, haciendo cosas de amigos, como ir a la bolera o a la cabaña del lago que SIEMPRE alguno del grupo tiene.
Y sin más, acaba el día.

Sin embargo, al día siguiente Chelsea y Carter tendrán una cita de parejas (cine, estirarse para pasar el brazo por encima de su hombro, invitarla a tomar un helado sentados en un columpio del parque, acompañarla a casa para ver si llegas a "segunda base"...) y el grupo de amigos se juntará para otras cosas, y Dylan sí vendrá esta vez.
Y hablarán de Carter. Y Dylan hará La Pregunta:
"¿Y cóooooomo es éeeel?" [he aquí la referencia Peralelística]
Y el grupo responderá: "pues majo"
- "Bueno, ¿pero qué más?"
- "Pues sin más, majo"
- "¿¡¿Pero qué hizo, o qué dijo o algo?!?"
- "Pues no habló mucho, fue educado, bien, ya sabes"

Y Dylan colapsará un poco, porque, admitámoslo, Dylan nunca ha sido un lumbreras. Es más, sus padres se gastaron el dinero de su universidad en el Mustang porque veían que tenía menos futuro que el agua en polvo.


¿Conclusión de esta sarta de sandeces? Pues que de un Discreto nunca podrán decir al conocerlo que es "un poco pesado", "que no calla ni ahogándolo en alcohol" o que "que es más borde quel cantuna mesa".
Como mucho dirán que es "timidín" o que "parecía majete", pero eso es porque seguramente hayan pasado cosas como las de las siguientes situaciones.


2. Cartón de huevos

Todos conocemos a esa gente que no grita, pero habla tan alto que ni te quieres imaginar cómo sería si gritara. Esa gente que te habla por teléfono y tienes que estirar el brazo porque como tengas el teléfono pegado a la oreja tu tímpano parece una cama elástica con un gordaco saltando encima. Esa gente que avasalla con su potencia de voz creando microsilencios a su alrededor.

Pues bien, un Discreto viene siendo el caso perfectamente opuesto.

Un Discreto tiene el dudoso honor de haber nacido con un cartón-de-huevos-absorbe-sonidos-invisible justo enfrente de su cara. De esta forma, lo que él percibe como un tono de voz normal, llegará apagado o nulo al receptor, como cuando se te taponan los oídos pero al revés.

Partido de fútbol [True Story]:
Discreto: "¡¡¡Venga chicos, vamos a tocarla!!!" [que es una de esas frases pseudogayers-animamucho que se dicen en los partiditos-pachanga]
Otro del equipo, después de unos minutos se acercará al discreto y le dirá: "¿Qué decías?"
- "¿En serio? ¡Si lo he gritado! Que vamos a tocarla en vez de dar el patadón y tal..."
- "Ah, vale"

Y esto es perfectamente aplicable a cualquier deporte, bar incluido.

Pero no hace falta que sea en un ambiente ruidoso, también puede darse en conversaciones normales.
Alguien: "blablabla"
Otro alguien: "blablablabla" [muy concreto todo, ¿eh?]
Alguien: "¿blabla?"
Discreto: "BLABLA BLABLA"
Otro alguien: "blabla blabla" (misma respuesta de Discreto, pero en un tono mucho más bajo, o (y aquí llega lo malo) en lo que un Discreto cree que es un tono más bajo)
Y luego la conversación sigue.
Y el Discreto mirará a los lados, verá que su respuesta ha sido más ignorada que los Términos y Condiciones de las webs, bajará la cabeza y se centrará en intentar futilmente meterse en la conversación otra vez.


3. Cómplices culpables

A pesar de que nos creamos muy únicos, por suerte o más bien por desgracia, somos 7 mil millones (que es un número tan grande que ya empieza a ser más corto escribirlo con letras que con números) de personas, y hay mucha gente igual que tú. Igual igual no, porque es imposible, pero vamos, sí cortada por el mismo patrón.

Por lo tanto, existe una posibilidad apreciable de coincidir 2 o más Discretos en el mismo grupo o más habitualmente, en la misma conversación, produciéndose muchas veces una de estas 2 situaciones:

3.A. Pase usted
Igual que cuando sujetas la puerta a desconocidos
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Inciso2:
Y con suerte no son unos BORDES desagradecidos y te lo agradecen....
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aquí un Discreto ayudará a otro, tratándole como a un mermano, mitad hermano mitad mermado.
Ante una conversación en la que sé que alguien está todo el rato intentando decir algo, pero se queda en la primera sílaba, en la primera letra o incluso en la inspiración de aire previa a la emisión de la primera letra, un Discreto identificará en esa persona a uno de los suyos, rememorando la de veces que le ha ocurrido.

En un acto de compañerismo sin parangón, cuando logre inmiscuirse en la conversación (quizá por Obra y Gracia de alguno de los shichi fukujin, Dioses de la fortuna japoneses), dirá lo que tenga que decir pero acabado en un:
- "Pues yo creo que blablabla, ¿verdad, Señor Discreto?"
O quizá menos sutil:
- "Oye, ¿y qué ibas a decir, Señor Discreto?"
O quizá aún menos sutil:
- "Oye, gentuza asquerosa, dejadle hablar de una **ta vez al Señor Discreto, **ño ya, que lleva un cuarto de hora intentando decir algo"
Y claro, el Discreto en este caso tomará la palabra para decir lo que fuera.

Peeeeeeeeeeeeeero, resulta que lo que ibas a decir en medio de la conversación probablemente fuera una bobadilla o una aportación normal dentro de cualquier conversación, pero cuando te han dado paso tan forzadamente, lo que dices queda como una mierda tamaño colosal, y no puedes evitar ver la expresión en las caras de la gente de "¿nos-has-cortado-para-decir-esa-pura-mierda?".

Esto por supuesto redunda en que tus siguientes aportaciones no las intentes con tanta fuerza, en una espiral de discretez insalvable.


3.B. ¿No?... No
Incluso más humillantemente, un Discreto puede añadir algo en medio de la susodicha conversación. Pero algo algo. Una frase completa con su opinión o, incluso peor, una gracia graciosísima hilarantérrima.
Y si, tras pronunciarlo, el resto del grupo lo ignora, al Discreto se le quedará esa cara de Sorprendido-Triste, lograda subiendo mucho las cejas pero inclinándolas además, en una mueca digna de las pelis de Disney.

Pero nadie se dará cuenta.

¿Nadie? ¡Ja!. Más quisiera el Discreto.

En realidad siempre hay alguien que se entera, generalmente otro Discreto que por lo general suele estar atento a este mundillo subatómico subconversacional, porque le incumbe.
Y se producirá ese cruce de miradas.
El Discreto 1, el pronunciador de la frase-gracieta ignorada, aún con su cara Sorprendida-Triste, verá cómo el Discreto 2 le ha visto, y en un gesto ridículo, girará levemente su cabeza en un "....¿noo...?..." inaudible, (aunque si se oyera sería con una voz absurdamente aguda).
Y el Discreto 2 también negará con la cabeza pero en un "No" mucho más seco, traducido como "no, hijo, no".

Y seguro que esa estúpida conversación mental sí que es detectada por alguno del resto.
[Que manda huevos, no te oyen cuando hablas pero sí cuando no hablas, diría un Discreto].
Y preguntarán a qué viene esa cara y esos gestos.
Y le harán contarlo.
Y el chiste ya estará fuera de contexto porque la conversación ha evolucionado.
Y el Discreto quedará como un insensible, un imbécil, un machista o simplemente un pobre tontico, según la situación.

Y después de eso su tono bajará medio decibelio más.



Y sí, me identifico con ciertas cosas de este grupillo Faunístico. Supongo que se habrá notado por la utilización indiscriminada de la primera persona.

¿Tendrá algo que ver "mi condición" de Discreto en el hecho de que esté escribiendo en un blog?

Puede.

Y por cierto, nota mental: "No buscar discreto en Google Imágenes"