Mi lugar favorito


Muy graciosillo es El Corte Inglés...
No me gusta. Nada. Siempre al revés y siempre caro.

Porque vamos a ver: cuando no son rebajas (osea casi siempre) los vendedores se aburren, y deciden animar sus vidas j***endo las de los demás. O al menos la mía.

Da igual que estés mirando CDs, pelis, calcetines, relojes, sábanas, pendientes o bolígrafos, porque siempre que estés tan a gusto mirando esas cosas, llegará el tipo o tipa, elegantísimo por lo general, que te diga eso de "le puedo ayudar en algo?" o "qué busca?", o esas cosas. Y la respuesta típica: "no, gracias, solo estoy mirando".
Y entonces te miran con esa cara que es mezcla de asco, decepción y desconfianza...si, si, esa cara de "y éste para qué vendrá aquí, para mirar? menudo capullo, y no me compra nada y no me voy a llevar comisión...".

Pero lo malo es que, otro día que vas y que de verdad necesitas que te hagan caso, de repente se mimetizan con los maniquíes, o simplemente desaparecen, y ahí te quedas tú con tu pantalón de la talla S, intentando que alguien (por favor!) te diga si lo hay más grande...

Yo desde aquí lanzo una tímida pero contundente propuesta:
Cuando el vendedor de turno te diga:
-¿Puedo ayudarle?
Se le responda:
-Sí, marchándote.

Sería un mundo mejor.

Por otro lado, luego empiezan las rebajas (las mejores rebajas del mundo, de hasta el 50%, pero que luego miras los tickets y son 10%, 20% ó 30% como mucho, que dices "oh, qué bien, unos playeros que antes costaban 145€ (!!!) ahora SOLO cuestan 118€, yuuuuuuuujuuuuuuuuu, dame 3 pares"). Pues cuando empiezan las rebajas, de repente parece que regalan las cosas, y toda la ciudad se concentra en ECI, especialmente donde más molesta.
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Inciso: los descansillos de las escaleras mecánicas son para poder rodear esa barra que ponen y poder ACCEDER  la siguiente escalera, NO PARA QUEDARSE A HABLAR ahí y que todo el mundo, como borregos, tengamos que rodear no solo la barra ésa, sino también al grupito, generalmente de marujillas, que están estorbando.
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Bien, como iba diciendo, cuando parece que en ECI regalan las cosas (y eso que siguen siendo más caras que las de otras tiendas sin rebajas...) resulta que para los vendedores te conviertes en un fastidio, o peor aún, en el Hombre Invisible. Y da = lo que digas, porque te va a tocar esperarte hasta que a él le dé la gana, salvo que seas un jeta.
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Inciso2: NO ME GUSTA QUE ME TIMEN. Ni en ECI, ni la carnicería ni nada. Y esas señoras (en general, aunque también, y cada vez más, señores) que se cuelan y dicen "no, si yo solo voy a comprar esto y no tardo nada" pero luego, a la hora de la verdad, dicen "ah!, si!, claro!, y también me vas a dar esto otro, y esto, y eeeesto, y aquéeeello", y yo detrás cagándome en todas las leyes de urbanidad que me impiden mandarle a la mierda y quedarme tan a gusto.
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Pues eso, que en ECI es un asco comprar, y por eso lo hago lo menos posible.

De hecho, ahí va una segunda propuesta:
cuando el vendedor de turno, ya sea del Corte Inglés, y por extensión de cualquier cosa, pase de tu cara, te mire pero cuando pasa a tu lado baje la mirada, no te escuche si le dices "hola" con toda tu educación, y te haga estar como un pasmarote un rato largo mientras ves cómo atiende a cualquiera que ha llegado más tarde que tú...cuando pase esto, lo que hay que hacer (yo lo hice ayer en un bar y aseguro que da un guuuusto) es esperar a que se digne a mirarte, y justo en ese momento coger tus cosas, guardar los billetes que tuvieras, y marcharte de allí murmurando por lo bajini.
Y cuando ya estés suficientemente lejos, mirar hacia atrás para comprobar la carita que se le queda al/la vendedor/a, y poner tú esa cara de "pues ahí te quedas, sin mi dinero".

Sienta de vicio.

1 comentarios:

El Alcalde de Albuquerque dijo...

Ay, una vez me vino una de esas con gesto altivo y suspicaz a la sección de discos (aka Cedeles), y me preguntó: ¿Qué quieres? (así, de tú, como si no fuera uno alcalde de Albuquerque), a lo que yo, muy cortesmente contesté de un tirón y sin respirar: "Busco por favor una grabación de la Deutsche Gramophon con el Tema y Variaciones de Schubert para Flauta y Piano 'Trockne Blumen', opus 4, muchas gracias".

La buena mujercilla alzó la ceja (más si cabe), tomó aire por las aletillas nasales y dijo "Ajá". A continuación se giró hacia los cedeles con la letra "S", rebuscó un poco y dijo muy bajito: "pues no lo encuentro".

PUES YA, GAÑANAZA.

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