Comunicación



Es mentira eso de que hablando se entiende la gente.
Más falso que una moneda de 1.234 €.
Más falso que Fran Perea haciendo de niño de 14 años con una barba que ni Panoramix.
Más falso incluso que los actorazos secundarios de Hospital Central (que ya es decir...).

Porque:

1) Es falso que el Español sea hablado por "entre 450 y 500 millones de personas", o que sea "la segunda lengua más hablada del mundo por número de habitantes que la tienen como lengua materna", como dice Mrs. Wikipedia.
Porque lo que hablo yo y lo que (por ejemplo) habla alguna gente que conozco de Colombia puedes decir que es parecido, pero (desde luego) español las 2 a la vez no pueden ser.
· Porque cuando hay que pedirle a alguien que repita (por favor!) cada frase que dice.
· Cuando muchas muchas muchas palabras significan cosas radicalmente diferentes en los 2 "idiomas".
· O cuando ves que "El Colombiano" tiene casi más que ver con el Inglés que con lo que hablamos aquí (con expresiones como "rata" para decir tasa (de rate en inglés) o "quemar" un disco para decir grabar un disco (de burn en inglés)).
Pues concluyes que son 2 cosas diferentes.
Y oye, todo con el mayor de los respetos, que yo no me meto con nadie... si así es mucho más divertido!


En conversaciones entre 2 pueden pasar cosas como:

2) Tú estás tan ancho, relatando una anecdota increiblemente divertida, hilarantemente veraz e irresistiblemente genial, durante 3 ó 4 minutos (en los que el otro parece prestarte mucha atención)... y acabas, y el otro se queda callado.

"¿¿Qué pasa?? ¿No me estaba escuchando? ¿He vuelto a pasar a la dimensión paralela en la que todos me ignoran? ¿Mi tono de voz ha subido 12 octavas y de repente ya no es audible por los humanos pero sí para los perros y eso explica los 27 perros que tengo alrededor meándose de la risa?"

"¿O será que mi anécdota no era tan interesante? ¿O igual lo que para mí es divertido y excepcional para ESTE tipejo es normal y rutinario?"

Pero es que esto pasa (o mejor dicho, ME pasa) mucho más a menudo de lo que debería, pero por eso empiezo a cogerle el truquillo al asunto, y a usarlo a mi favor.
Porque cuando estoy hablando e intuyo que el otro no me está escuchando (llámame perspicaz, pero si está mirando a otro lado, resoplando, sumido en sus pensamientos, jugando a la consola, leyendo un libro o con el MP3 puesto a Volumen-destroza-huesecillos-del-oído... a veces deduzco que no me escucha) pues puedo acabar la frase con lo que me salga:
- "Pues el otro día estuve en nosédónde haciendo noséqué cuando de repente [y aquí ya ves que te está ignorando] vi a tu MADRE desnuda haciendo puenting enganchando el arnés en ese pendiente-que-no-tiene-precisamente-en-la-oreja"

Claro que mola más cuando el otro se esfuerza en hacer como que te escucha, y así luego le puedes preguntar sobre algo que le acabas de decir y le haces quedar como el culo:
- "Pues el otro día..."
- "¿Sí?"
- "estuven en nosédónde..."
- "Ajá?"
- "haciendo noséqué..."
- "Aaaaah"
- "cuando de repente..."
- "¿Sí?"
- "me casé con tu hermana pequeña..."
- "Ajajá"
- "y según la tradición de mi pueblo..."
- "Oooh"
- "tuve que arrojarla por el precipio para ver si era bruja"
- "Anda!"
[Y entonces llega tu dulce venganza]
- "Oye, machote, me estabas escuchando?"
- "Pues claro!!"
[Que suena tan verdadero como cuando contestabas al profe en clase]
- "Y qué acabo de decir?"
- "Pues, em, err... esto..."
[Aquí ya oyes cómo la neurona está REBOBINANDO a marchas forzadas (igual que hacíamos en clase cuando preguntaba el profe, de hecho), y de repente se da cuenta de lo que acabas de decir]
- "Eh, tío! Cuidado con mi hermana, eh?"
- "Taaardeeee"- así, cantarín.


En conversaciones de grupo, también tenemos:

3) No se puede sacar en una conversación de grupo (nunca, ni aunque los últimos 4 minutos haya habido ese silencio incómodo en el que nadie sabe qué decir...) nada que sea un poco... em, digamos, culto, o científico... no sé cómo llamarlo, porque ya salen los demás con:
 a) "ya está el listillo diciendo cosas de listillo para hacernos sentir tontos"
 b) "menudo friki de las narices, mira que hablar de ESO..."
 c) (preguntándole al de al lado) "pssst, oye, en qué idioma se ha puesto éste a hablar?"


4) El momento-rastrojo®:
Cuando en un grupillo hay alguno que es más graciosete que los demás, pues suele monopolizar la conversación, lógicamente, para divertimento de todos.
Pero ¡ay, amigo! como quieras meter un poco de baza... vas a protagonizar un auténtico momento-rastrojo!!
Porque ésta es la típica que El Gracioso cuenta algo, y todos se ríen (nos reímos), y luego tú (iluso) añades algo que viene a cuento, del estilo de:

[Gracioso]  - "(...) y entonces la tarta estalló en la cara de mi suegra!"
[Todos]      - "Ja, ja, ja!" (etc)
[Tú, iluso]   - "Sí, pues esto es como cuando yo tiré un petardo, que también estalló cerca de un perro, que murió de un infarto porque ya estaba viejuno!!"
[Todos]      - ... ... ... ... (<-éste es el momento-rastrojo!!).

El momento-rastrojo es ese momento de silencio incómodo que se produce, acompañado de miraditas entre los asistentes de éste-de-qué-narices-va, o de pobrecito-que-se-cree-gracioso.
También se caracteriza porque el protagonista del M-R acaba de contar algo (que él cree gracioso) riéndose, pero al ver las caras de todos los demás (de extrañeza, asco... incluso ODIO-VISCERAL), la risa se convierte en sonrisa, la sonrisa en media sonrisilla, y la media sonrisilla en cara de pena. La cabeza se hundirá en los hombros, y (a efectos prácticos) el protagonista de un M-R habrá desaparecido para el resto de tarde de las conversaciones.
[Para el que no lo pille, el rastrojo es ese conjunto de hierbas secas que van rodando, como en el Viejo Oeste]


En realidad es como cuando yo cuento un chiste. Es lo que hay, no tengo chispa.

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