Situaciooones V: comer un helado


O 'marchando una de nostalgia'.
[Para quien se lo pregunte, yo tampoco creo que este tema vaya a dar para un post decente, pero bueno...]

El otro día, en una auténtica "revival session'09", la SraX y el menda fuimos a un kiosko y nos pedimos un Frigo-Pie, esperando encontrar ese sabor especial que nos transportara 15 ó 20 años atrás, envolviéndonos en un mar de sensaciones melancólicas... más o menos lo que le pasa al crítico malote de la peli Ratatouille cuando prueba el plato que prepara la rata
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Inciso1:
manda narices que Pixar haga esos peliculones con argumentos tan absurdos.
¿Cómo lo hacen?
Yo siempre me he preguntado a quién le surgen las ideas... y con qué cara vas al jefe y le explicas:
- "Pues verás, el caso es que es una raaaata, que le gusta mucho cocinaaaaar, y entonces conoce a un chiiiico..."
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Bueno, pues el caso es que todo ilusionados mordimos el dedito gordo del frigo-pie (toda una delicia para los fetichistas como Cuagmire)... y luego mordimos otro cachito... y otro... y nos miramos... y tuvimos ese momento extraño en el que ninguno de los 2 quiere decirlo para no chafarle al otro.
Pero finalmente lo dijimos:

- "Aj"
- "Pues sí"

¿Qué ha pasado? ¡¡Ya no sabía a Frigo-Pie!! Y no me vale el argumentito de que seguramente mis gustos hayan cambiado y blablabla, ¡lo han cambiado! Ahora sabe grasiento...

Bien, pues hoy toca hablar de los helados. Concretamente de los de mi juventud.

Me extenderé (poco) en la parte de que ANTES del €uro (A.€.) las cosas costaban notablemente menos que D.€..
Pero es que es así:

Los minipolitos de leche o de chocolate de la lechera o de otras marcas, costaban... ¿cuánto? 30ptas ó así.
Los conos estaban por las 80 ó así, y los Magnum ya eran 100 o 120... excepto el Magnum-Cono, que era el más caro del cartel, y rondaba las 150ptas. Pero estaba bueníííísmo. Y lo quitaron, no sé por qué.
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Inciso2:
No suelen tener el éxito mundial que deberían, pero aún así desde aquí lanzaré otra plataforma que a buen seguro tendrá un gran número de seguidores (yo conozco, así sin exagerar, por lo menos a... ¡2! personas que me apoyarían):
Plataforma por la vuelta de las patatas "Ruffles Queso y Eso", o incluso "Ruffles Queso y Más", el mejor invento patatil de la historia, seguido de cerca, eso sí, por las Lays Campesinas o Vinagreta.
Pero ¿por qué desaparecieron las "Queso y Eso"? ¿Por que reaparecieron al tiempo como "Queso y más"?
Y sobre todo:
¿Por qué también desaparecieron las Queso y más y las sustituyeron por esa gran MIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEERDA llamada "Ruffles York'eso"? Porque las "York'eso" saben al relleno del sandwich (como promete) pero al relleno de un sandwich hecho con un asqueroso Tranchette y con jamón de york del que lleva en el frigo 12 días y empieza a estar secorro y acidillo...

¡Que vuelvan las "Queso y eso"!
(salvo que tuvieran algún componente cancerígeno fatal y por eso las retiraran, en cuyo caso, me callo, pero me gustaría saberlo, porque engullí unos cuantos kilos...)
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Bien, pues cuando entró el €uro, los helados pasaron automáticamente (como tantas otras cosas) a costar lo mismo, pero con una coma. Es decir: 80ptas -> 0,80€, 150ptas -> 1,50€, ...

Pero bueno, a lo que venía era a contar ciertos placeres de la vida que se han ido perdiendo, y que si encima intentas recuperar, te das cuenta de que no puedes, como con el Frigo-Pie.

El Miko-Lápiz y la Miko-Bruja:
Venían en un cilindrito de cartón, y según ibas tomando helado, empujabas por debajo con un plastiquito para que siguiera subiendo. Estaba bastante duro, sobretodo al principio, pero merecía la pena. Si tardabas, el cartoncito empezaba a ponerse blandurrio, y al final no conseguías distinguir si lo que estabas chupando era cartón, helado, el plástico o tu lengua, porque todo tenía el mismo color, consistencia, textura y sabor (buenísimo, por cierto).

Los Calippo:

Estos helados son los que las madres no te dejaban tomar casi nunca, porque "son helados de hielo, y son malísimos para todo porque están muy fríos".
Claro, éramos muy pequeños como para rebatirle a los padres que si los helados salen todos de la misma cámara frigorífica, están todos a la misma temperatura, así que callábamos y nos aguantábamos
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Inciso3:
Callábamos y aguantábamos, no como los niñatos-chulitos-insulta-mayores de ahora.
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Los Calippo tenían también un cartoncillo que iba tornándose en una especie de pasta según avanzaba el tiempo... y como además tenían un rebordecillo en la parte de arriba, que se podía mascar bastante, pues digamos que acababa muuuuyyy pringoso, el helado, tu cara y tu camiseta.
Además, se podía chuperretear el hielo, con toda la boca, metiéndolo y sacándolo, sin que los de alrededor te miraran y empezaran a hacer comentarios hirientes relativos a tu sexualidad, porque estabas chupando algo ("sabes, ¿no? como si fuera un cimbrel, juasjuas"). ¡Qué tiempos de libertad!
Y lo mejor era que según se iba acabando el hielo, en el fondo del Calippo iba quedando el liquidillo fundido, que era como un Flash derretido pero fresquito, que te tomabas como un chupito al final... Y eso que seguro que era como una sopa de "E"s. Sí, sí, eso que dicen las madres que es malísimo, pero cuanto más "E"s tenga (el E-160, E-139... "¡veneno!", "¡eso es todo química!")

Por cierto, en el anuncio de Calippo de ahora dicen "la música está al volumen adecuado cuando los vecinos golpean la pared". Yo al publicista que ha ideado esto le introduciría objetos punzantes por sitios sensibles. No diré más.

Los conos:
Los conos que ya venían en la carta, estilo los Cornetto, los Frigolines o el Negrito...
Venían envueltos en un papel durito, con un cartón en la parte de arriba (que era chupado meticulosamente hasta eliminar cualquier resto de chocolate). El papel lo intentabas quitar como ponía, agarrándolo por la pestañita y tirando, pero sieeempre se desgarraba
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Inciso4:
¡Qué raro! ¡Un abrefácil que no funciona! No como los de la leche, que se abren facilííííísimamente y sin dejarte medio dedo en el intento.
O como el corta-fácil del film-de-plástico-transparente... sí, esa sierrecita que viene en la caja y que no vale absolutamente para nada porque es imposible cortarlo ahí, como mucho seccionarte unos milímetros de tu falange...
O como la tira de plástico que viene en algunas cajas de CD para abrirlo fácilmente... que sí, no te lo niego, cuando consigues coger la tirita de plástico, efectivamente se abre muy rápido, pero es imposible sacarla, porque justo el comienzo de la tira está en el canto del CD, y no hay persona (chico sobretodo, que tiene menos uñas) que logre cogerlo.
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Además, las madres te decían que dejaras la parte de abajo del papel, para que no te mancharas (lo cual a ti te parecía absurdérrimo porque sabías que al final ibas a acabar mordiendo el cono por abajo, comiéndote la parte final, que tenía un sabroso pegote de chocolate, y sorbiendo el helado, con un 89% de probabilidades de mancha).

Los de palo:
Los Magnum [antes de que se volvieran los super-exclusivos-mega-glamour-ultra-chic-helados que son ahora, que saben igual pero como los anuncia la Longoria, te los cobran aún más caros], los polos... en general cualquier helado de palo.
· Si no tenía cobertura, era fácil, porque por mucho que intentaras lamer solo por arriba, para que lo de abajo no se fundiera y cayeran gotitas, sabías que al final te ibas a pringar, irremediablemente. Esto pasaba, por ejemplo, con el Twister, o el Frigo-Dedo...
· Si tenía cobertura (estilo Magnum) intentabas que la parte durita del chocolate de abajo se mantuviera hasta el final... pero igualmente acababas con vainilla líquidilla hasta el codo.
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Inciso5:
Lo de que no te puedes chupar el codo lo aprendimos todos en esta época, porque esas sabrosas gotitas de vainilla que llegaban más allá del alcance lengüil, al final se desperdiciaban.
Créeme que no hacían falta los correos chorras de "es imposible chuparse el codo [y al cabo de 5 diapositivas] el 90% de la gente se ha intentado chupar el codo"
Ja.    Ja.    Ja.
Me parto.
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Además, el peor momento de comerte un Magnum era cuando lo mordías al principio, y a pesar de que lo hacías con cuidado, el chocolate se resquebrajaba, y unos cuantos centímetros cuadrados de sabrosa cobertura se caían al suelo, ante la mirada atónita de los presentes.
Tú intentabas desafiar a la física, agachándote a la velocidad del rayo para cogerlo del suelo, pero siempre era imposible.
Porque estuvieras donde estuvieras, y estuviera donde estuviera tu madre, siempre ella era más rápida y conseguía cogerlo ella antes del suelo, o gritarte antes de que llegaras a cogerlo lo de "¿no irás a coger eso del suelo, que está lleno de porquería?" que tú contestabas "pues sí, mira tú por dónde qué bien me conoces" y entonces ella te ""sugería"" amablemente que mejor si eso pues que NO, bajo penas varias.

Cuando acababas el helado, siempre te quedabas mirando el palo, y rebañando los pegotillos que se quedaban en el palo (sobretodo el de chocolate que se queda al lado de los dedos). Cuando además había concursos, que en el palo ponía algo, luego te dejabas los ojos intentado adivinar qué narices significaban esas runas que se medio-intuían entre los restos de babillas y las fibras del palito.



Entonces, ¿de qué me quejo?
Pues no sólo de no volver a vivir esos momentos, o de que los helados estén hechos de oro (o al menos lo parece por el precio que tienen), sino también de que destrocen mitos como el Frigo-Pie, y (sobretodo) de ver cómo las cosas (más o menos inocentes) que fueron importantes en mi juventud, ahora son:
a) normales: porque cualquier niño le pide 15€ a su padre, y éste se los da. Y va al McDonalds todas las semanas, y a comer helados todos los días. Y de compras siempre que quiere.
b) aburridas: "bah, otro helado. Paso"
y c) No-electrónicas: "prefiero estar en el Tuenti" o "yo compro un helado y lo tiro a la basura, porque solo quiero el código que viene para entrar en la página y descargarme noséqué".

Ais...

6 comentarios:

La cuñadaX dijo...

Cuantissisima razón tienes con las patatas queso y eso.
Las bolsas que nos hemos comido mi expósito y yo al ppio de nuestra vida conyugal viendo una peli en casa con ese eco que existe en un salón vacio donde sólo tienes el sofá,la mega tele,el equipazo de música y la super mesa de cartón.
¡QUÉ MOMENTAZOS!
Me has hecho recordar ...
Por cierto,con un poco de mahonesa estaban buenísimas.
Besitos(Nos has tenido un poco abandonados con eso de que has estado por esas tierras del norte)BIENVENIDO.

El Alcalde de Albuquerque dijo...

Desde Albuquerque reclamamos YA MISMO que vuelvan (no necesariamente por este orden):

- La Cherry Coke
- Los Winner Taco
- Los Fantasmikos
- Un helado de Miko que era rosa por dentro y recubierto de bolitas muy pequeñas de colorines y que no recuerdo ahora cómo se llama
- El programa "Pinnic" de entretenimiento infantil (¡Pin-nic!)
- El programa "En busca del talismán"

Hasta aquí nuestras reivindicaciones. Volveremos a contactar cuando secuestremos a alguien para tener algo con lo que amenazar...

Besos!

ElSrX dijo...

Yo es que cuando veo que algo me gusta (patatas, como en este caso, o series de la tele, o incluso 'modas' en la ropa) y lo quitan, siento que era el único bicho raro al que le gustarían, así que me alegra mucho ver que había más patatasquesoyesoadictos!

(a pesar de mancillarlos con mayonesa...)


Respecto a lo de abandonaros, ¡eso jamás! Aunque sí es cierto que a veces el debere me llama y acudo...

ElSrX dijo...

Es posible que tanto la Cherry Coke, como los Winner Taco, los Fantasmikos o el helado ése recubierto de bolitas de azúcar de colorines los retiraran porque constituían en sí mismos el 140% de la CDR de azúcar...
¡Lo cual no quita para que estuvieran buenísimos!

Yo te apoyo en tus reivindicaciones (aunque no he podido evitar notar cómo has ignorado a una serie de entretenimiento llamada "El hombre tigre"...), no hace falta que secuestres a nadie.

¡Besos!

Guybrush dijo...

Que recuerdos!

En Melee Island se sigue vendiendo Cherry Coke y tampoco me parece para tanto.
En cambio me parece mucho mas indignante la desaparicion de los Pizza-bits!! (boca-bits con sabor a ?pizza?)
Y respecto a helados, pienso que el frigopie estaba sobrevalorado, donde estuviera un buen Colajet...

ElSrX dijo...

Si te digo la verdad, la Cherry Coke nunca me gustó ni un pelo... prefiero el genuino y original sabor original a ZARZAPARRILLA de la CocaCola normal, mmmmmm...

Pero sí, también voto por la vuelta de los Pizza-bits!!! ¡Ricos ricos y con fundamento!

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