La mala educación

Sinceramente, no creo que cueste tanto ser correcto. Ya no digo educado, solo correcto.

Porque la diferencia entre
a) cruzarte por la calle con un conocido y saludarle con un "¡Hasta luego!" (así, con exclamaciones) y esbozando una sonrisilla,
y
b) cruzarte por la calle con un conocido y saludarle con un "hasta luego" en bajito, enfurruñao y con cara de asco, y eliminando el contacto visual a los 4 microsegundos

es suficiente para irte con la sensación de
a) mira qué maj@ es [---]
o
b) jo, qué borde es el/la asqueros@ de  [---]

Porque no debería ser novedad que un/a dependiente/a fuera majo, que te diera las gracias al irte, que te mire cuando se las das tú, o por lo menos que diga hasta luego!. Pero es que hay cada uno que le das lo que quieres, y te lo arrebata como si lo hubieras robado. Le pagas y coge los billetes como con asco. Lo mete en una bolsa con furia, saña y asco. Te lo da como desconfiando y mirando hacia otro lado. Arraaaanca el ticket y te lo lanza a la cara. Y ya está con el siguiente cliente. Ni gracias, ni hasta luego (y de frases en plan "que te guste", "que aproveche", "espero que te sirva" ni hablamos).
Además, para saber que se está dirigiendo a tí, tienes que fijarte en su brazo. Porque no dice "por favor, el siguiente". NOooooo. Estira y levanta el brazo para coger lo que lleves a comprar, y ay! pobre de tí como no se lo des instantáneamente. entonces probarás lo que es un/a dependiente/a borde. (Sí, porque lo anterior era la versión maja).

Porque (digo yo) saludar por la mañana cuando entras al trabajo no debería parecer que te cuesta un trabajo terrible (4 sílabas de mierda, "bue-nos dí-as", unos 3ml de baba, unos 2 seg de tu tiempo, unas 0.17kcal). Tampoco es taan horrible.

Porque la gente por la calle es borde (en general) pero conduciendo la gente se vuelve imbécil. No pasa nada por dejar pasar a un peatón por el paso de cebra o a un autobús que si no no cabe (así que, que el tarao de atrás no pite). Si alguien pone el intermitente es porque (seguramente) quiera cambiar de carril y meterse en el hueco que tienes delante, así que no aceleres, asqueroso.


A pesar de todas las caras de extrañeza que me ponen, yo sigo dando las gracias a la gente que me atiende (dependient@s, taquiller@s, enfermer@s, médic@s, clientes, conductores o quien se tercie) porque no cuesta nada.

No, en serio, es gratis. Probad.

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