Situacioooones XII: despedido de soltero

a.k.a. Cómo ser humillado de todas las formas posibles sin derecho a replicar.

Para seguir con un orden cronológico las cosas, diré que:
1) Empezamos con "¡¿Que te qué?!"
2) Continuamos con "Despedido de soltero"
3) Y ¿acabaremos? con un "Te-casaste-la-cagaste" o alguna chorrada similar que se me ocurra cuando lo haga.

Espero que sin más sutilezas se entienda por qué he estado un par de semanas ausente de mi labor blogueril semanal, jeje.
Aunque eso sí, he tenido más visitas cuando NO escribo que cuando SÍ lo hago... lo cual no sé si es bueno, malo, estúpido, paradójico o casual, pero en cualquier caso, me la refanfinfla bastante, que si esto me diera de comer...

Bien, hablando del tema, el otro día estuve fisgando el Google Analytics y resulta que una de las cosas por las que la gente llega a este blog es buscando en google: "despedida de soltera", "chupándosela al stripper", "chupando en despedidas de chicas"... y una que ME ENCANTA: "despedida con vois" [¡no podía fallar más letras!].

Y ya al lío.

Después de las generalidades de hace tiempo, hoy ya puedo contar en pseudo-primera persona lo que es una despedida de soltero, quizá un poco light para la gente que llegue hasta aquí buscando fotos de cachondas vestidas de conejita saliendo de una tarta y yendo todas golfas hacia mí atado a una silla de cuero encima de una piscina con tiburones hembra en celo, pero oye...

El proceso:

El caso es que lo de secuestrar al novio sin que se entere es muy difícil, y la discreción necesaria demasiado elevada, con lo que (y por suerte) mola más cuando sabes cuándo va a ser. De esta forma puedes dejar firmado el testamento de antes de irte, despedirte de tus seres queridos o dejar comida para el gato.
Y [Consejo gratuito 1, cortesía de El Señor X]: es mejor seguir el juego que intentar resistirse a lo que te propongan, siempre que dentro de los límites de la legalidad, aunque SIEMPRE fuera de los límites de tu vergüenza, pero bueno].
· Te secuestrarán hacia algún lugar, en principio desconocido y a ser posible lejano y carente de gente conocida por ti. Esto es MUY importante si quieres evitar cruzarte en según qué estado etílico con familiares o conocidos.
A continuación alguna de las cosas estupendas que te podrán ocurrir en ese finde en el que tú eres el protagonista:
· Serás la criada de todos, pondrás la mesa, fregarás los platos, etc. Y da gracias si no te visten de chacha
· Te harán dormir en la terraza, en el baño, en el pasillo, en la carretera o donde les dé la gana, y tú ya luego verás cómo te escaqueas.
· Siempre serás el que más bebe, el que primero bebe, el que bebe lo peor y el que quizá vaya vestido de bebé [Consejo gratuito 2: intenta siempre aparentar que estás más borracho de lo que en realidad estás, porque los amigos borrachos no tienen límite a la hora de obligarte a pimplar]
· Te harán la vida un poco imposible: tirarte la ropa al río, quitarte los calzoncillos, hacerte trepar hasta sitios insospechados y sucios... lo típico, vamos.
· Te humillarán un rato más en casa.
· Te llevarán (con suerte) a hacer alguna actividad extraescolar (véase karting, rafting, puenting, putearteing, etc.).
La típica es la del Paintball, en la que tus amigos se volverán Rambo-después-de-matarle-a-sus-hijos, y se ensañarán contigo como si no hubiera mañana. Todo esto animado por el dueño del paintball que, lejos de echarles para atrás, dará estupendas ideas de cómo masacrar al pobre novio: "pues poneos todos en esta trinchera y que el novio corra de lado a lado, juasjuas".
· Te harán vestirte con algún disfraz gracioso (para ellos) y humillante (para ti), como puede ser: pene gigante, Pippi Calzaslargas, enfermera sexy, gorda sadomasoquista, gigoló gay-con-pantalón-de-cuero-agujereado-en-las-nalgas... o incluso se currarán un disfraz 'colectivo': tú de mosca y todos los demás de matamoscas, tú de zorra y todos los demás de salidos, tú de mierda y todos los demás de moscas, etc.
· Saldréis de marcha con esa pinta.
· Protagonizarás una serie de escenas lamentables, porque por muy digno que quieras ir, tío, vas vestido de po**a o de chica, y ante eso no hay dignidad posible [Consejo gratuito 3: ni lo intentes. Asume tu papel. No te cabrees. Y por qué no, si te va ese rollo, ¡disfruta! Porque nunca más en tu vida te volverás a sentir tan famoso, que la gente se gira para mirarte, te dicen cosas, se hacen fotos contigo...].
  · Te llevarán donde más gente hay.
  · Te harán saludar a todos y especialmente a todAs.
  · Te pondrán pruebas estúpidas: dile "hola, guapo" a ese policía, consigue que te den 3 tangas esas cachondas de ahí, baila reggeaton con ese gordo sudoroso... experiencias todas que se marcarán a fuego en tu memoria y que te harán morir un poquito por dentro, recordando y aumentando bruscamente tus traumas infantiles más profundos y arraigados.
  · Te harán beber en todos los bares y harán corrillo a tu alrededor para que todos te vean.
  · Utilizarán el "Hey, ¿conoces a Ted?" de 'Cómo conocí a vuestra madre' pero en versión: "Hey, ¿has visto al pintas ése vestido de sadomasoquista? Es mi amigo. Está de despedida. Vete a darle unos latigazos, anda, que se va a dejar"
Y bueno, eventualmente se acabará la noche.

Las consecuencias:

· La parte de tu cerebro que controla tu vergüenza propia y ajena no tendrá hueco para almacenar más escenas, estarás cansado y torza y, si vas de mujer, tendrás esa EXTRAÑA sensación de fresquito en la entrepierna que solo una falda podría dar, pero que tú, machito, acostumbrado a llevar más vaqueros que el Oeste, no habías catado aún.
· Sentirás por tus amigos una mezcla de odio (por haberte hecho todo eso), agradecimiento (por haberte preparado todo ese finde solo para ti), odio de nuevo (por haber preparado todo ese finde solo para reirse de ti), pena (porque ELLOS se casarán después y tú te vengarás con ansia y furia incontenidas), agradecimiento de nuevo (porque, a pesar de todo, podría haber sido peor, y al menos te hicieron caso con no traer una stripper ni llevarte a un puti)...
· Tendrás moratones con una curiosa forma de bola de pintura por todo el cuerpo.
Al menos te servirán para enseñárselo a la gente y que se apiaden de ti.

Los efectos secundarios:

· Después de haber estado en medio de cientos de personas vestido de lo más humillante que podrías imaginar, eres capaz de perder la vergüenza para el resto de tu vida, sin más que repetirte (cuando estés en otra situación vergonzosa o delante de mucha gente): "esto no es naaada comparado con mi despedida".
Esto es muy aplicable al propio día de tu boda, que para el caso es lo mismo: tú disfrazado delante de un montón de gente que te mira y se ríe de ti / llora por ti / ...
· "El experimento sociológico" a.k.a. "tías, no hay quien os entienda".
Puedo afirmar y afirmo que un tío disfrazado ligará de forma directamente proporcional a lo ridículo y anti-sexy de su vestimenta.
Osea, ¿qué *****es [pongo estrellitas para no poner "narices", que es muy fuerte, jijiji] os pasa a las chicas? (a algunas, no todas, no se me ofendan)
Es decir: las muchachas de buen ver llevan alejándose del menda como de un leproso-sifilítico-embadurnado-en-sus-propias-heces desde tiempos inmemoriales... pero resulta que si me visto mega-ridículo, con un disfraz que transparenta mucho más de lo que tapa y que evidencia mucho más de lo que debería, se acercan a mí con proposiciones indecente.
En serio, no lo entiendo.
¿Qué es lo que da morbo exactamente? Porque ya te digo yo que por mi físico, y menos por mi apariencia, no puede ser o si no os mando un teléfono de un psicólogo buenísimo que tengo por aquí... así que solo me queda que sea porque ir ridículo implica casarse en breve, lo cual implica... no sé, ¿morbo?
Me pierdo en la cadena de razonamientos, ¡lo siento!.
Bueno, el caso es que como conclusión, los amigos deciden que a partir de entonces, como si liga uno ligan todos colateralmente, todos los findes uno del grupo se iba a vestir de despedido, sacrificando su vergüenza por el bien común.
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Inciso1:
Pero claro, esto es como cuando dices: "deberíamos montar un negocio con ESA peazo idea que se te acaba de ocurrir..." que no lo haces nunca, y pasarán los años y seguirás con el "deberíamos..."
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Bueno, pues nada. Mucha suerte para los que planeen casarse, jeje.
En realidad, casarse no es nada, sobre todo después de pasar por un finde como el de la despedida... o si es tu segunda boda como es mi caso, porque antes me casé con el banco, y eso no es para siempre... ¡pero casi!.